Estos son los fragmentos más interesantes de ambas entrevistas:
- Entrevista a Arzalluz:
P.- Hablando del Rey, ¿España es monárquica o republicana?
R.- Le advierto que no voy a ser políticamente correcto. Don Juan Carlos tiene una gran aureola, pero yo nunca lo acepté ni lo aceptaré como Rey. Le hicieron Rey con un decreto franquista, y eso no se ha subsanado. Simplemente, lo metieron por la puerta de atrás en la Constitución, y para un demócrata eso es inaceptable.
P.- Hombre, su prueba de fuego democrática la pasó el Rey con creces el 23-F, ¿no?
R.- Tengo más que dudas. El soldado que enviaba los teletipos de Milans del Bosch era afiliado nuestro, y yo he tenido los originales en la mano. No tengo noticia demostrable de que el Rey hubiera sido contundente con Milans del Bosch. Ese fue su gran error. No haber parado el golpe cuando se estaba gestando. Tengo una noticia desde dentro de La Zarzuela de que aquella noche no fue el Rey el que intervino, sino el general Fernández Campos. El fue el hombre lúcido que estuvo allí. De hecho, según me han dicho, al día siguiente el Rey le dijo al general: «Mira que si ganan esta noche, tú estabas en el otro barrio». El Rey estuvo esperando. Salió en televisión y todo el mundo le atribuyó a él que había liquidado el golpe. Mi convicción es que no fue él.
- Entrevista a Anguita:
P.- ¿El Partido Comunista se equivocó aceptando la Monarquía?
R.- La inmensa equivocación está ahí, pero no de la manera que se piensa. El partido entonces transformó algo que tenía que haber sido táctico en una estrategia. Se aceptó la Monarquía, la bandera y las reglas del juego. Y el error estuvo en que podíamos haber dicho que lo aceptábamos ante la presión, pero inmediatamente teníamos que habernos posicionado en contra de la Monarquía. El PCE apostó consecuentemente, y es más, la mañana del 24 de febrero todos nos posicionamos bajo las alas de la gallina clueca del Rey. Allí triunfó el golpe. Aquella mañana deberíamos de haber empezado a hacer las cosas de otra manera, y haber convertido España en republicana.
P.- Admita al menos que el 23-F el Rey fue el gran garante de la democracia...
R.- Pienso que el Rey sabía lo que se estaba cociendo. No me creo que la Junta de Defensa Nacional y el Cesid no informaran al Rey de lo que se estaba preparando. Lo que pasa es que aquí había varios conjurados sobre un silencio y un equívoco en el que estaba mucha gente. ¿Por qué llama Milans del Bosch y pregunta por Armada y le dicen que ni está ni se le espera? Porque saben perfectamente a lo que juegan. Aquí había un acuerdo para que Armada o el elefante blanco convencieran a los portavoces para que en vez de votar a Leopoldo le votaran a él. Era un golpe de guante blanco, incruento, pero al día siguiente reconsideran todos sus actitudes y se muestran solícitos ante el mando de su Majestad, cual gallina clueca. Naturalmente, el Rey borboneó, intentó pastorear, y cortó cuando tenía que cortar. Se puso el traje de capitán general y salió revestido de demócrata, pero estaba en la pomada y aceptó un golpe de timón más bien parecido a la dictablanda de Primo de Rivera que a lo que pretendía Tejero, que era disparatado
Estás son las entradas de este blog relacionadas con el 23-F y que coinciden plenamente con dicho punto de vista:
- 23-F Preludio I
- 23-F Preludio II
- 23-F Preludio III
- 23-F Preludio IV
- 23-F Preludio V
- 23-F. Acto I. Toma del Congreso
- 23-F. Acto II. Fracaso de Armada en el Congreso
- 23-F. Acto III. Y ahora ...el Rey con la Constitución!
- 23-F. Epílogo I. Borrando huellas
- 23-F. Epílogo II. Armada: Objetivo Cumplido