El dictador monárquico y el Rey franquista

No es ningún secreto, pero conviene recordarlo: Franco fue monárquico y el rey Juan Carlos franquista.

Durante el franquismo, el por entonces príncipe de España -no era príncipe de Asturias ya que la "legitimidad" monárquica recaía en su padre Don Juan de Borbón- era una pieza más en la jerarquía franquista y asumía sus obligaciones sin que ningún prejuicio moral se lo impidiera.

Algunos ejemplos significativos:

22 de Julio de 1969. El príncipe Don Juan Carlos jura lealtad al Jefe del Estado (Franco) y manifiesta que la legitimidad que acepta es la que surgió del alzamiento del 18 de Julio de 1936. O sea, de los ganadores de la Guerra Civil:



1 de Octubre de 1975. Cinco días antes se habían producido los últimos fusilamientos de la dictadura. En Europa las manifestaciones contra dichas ejecuciones habían sido masivas. En España, Franco achaca todas estas protestas a una "conspiración masónica e izquierdista en la clase política, en contubernio con la subversión comunista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece". A su lado, asintiendo, el príncipe don Juan Carlos:



20 de Noviembre de 1975.
Franco ha muerto. Su presidente Carlos Arias Navarro lee el testamento del dictador en TVE. Las ultimas palabras de Franco no dejan duda:"...Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido..."



El Rey don Juan Carlos llega al poder no porque la voluntad popular así lo quiera, sino por que Franco así lo dispuso.

La Guerra Fría: El Muro de Berlín

El día 13 de Agosto de 1961 comenzaba la construcción del muro que simbolizaría, durante toda la Guerra Fría, la división y enfrentamiento entre los dos bloques que polarizarían al mundo la mayor parte del Siglo XX.

La división de Alemania, y más concretamente de Berlín, después de la Segunda Guerra Mundial supuso el principal punto de enfrentamiento entre EEUU y la URSS.

Ya en 1955, en la cumbre de Ginebra, a la que asistieron lo cuatro grandes: Francia (Edgar Faure), Reino Unido (Anthony Eden), URSS (Nikolai Bulganin/Nikita Kruschov) y USA (Einsenhower), consiguieron algo que hasta entonces parecía imposible, ponerse de acuerdo en decidir cuales eran las razones del enfrentamiento entre los dos bloques, el primero de la lista: Alemania y su división, siendo Berlín la antigua capital del III Reich, el punto más caliente de dicho enfrentamiento.

La posibilidad de cambiar entre dos mundos antagónicos simplemente cruzando una calle supuso que gran cantidad de berlineses del lado soviético huyeran masivamente a la zona occidental: entre Enero de 1949 y el 20 de Septiembre de 1956 fueron un millón a Berlín y otro millón a otros puntos de la República Federal, en el mes de Julio de 1961 fueron 30.000 personas, entre el 1 y el 10 de Agosto, 15.000 y el 12 de Agosto, la víspera del levantamiento del muro, 4000.
Las autoridades sovieticas no vieron otra opción que imposibilitar dicha huida masiva.

Después de la construcción del Muro millares de berlineses orientales siguieron intentando la fuga: lanzándose por las ventanas, cavando túneles de hasta 7 metros de profundidad o simplemente corriendo.

Dentro del episodio sobre el Muro de Berlín en la magnifica serie de 24 documentales sobre la Guerra Fría realizada por la CNN y que en España fue difundida por Documanía hemos extraído tres fragmentos que ilustran magníficamente el significado del Muro:

1. El primer huido. Uno de los militares que vigilan la alambrada que se convertirá en muro, salta y huye hacia la Alemania libre:



2. Había casas en las cuales pese a pertenecer al Berlín del este algunas ventanas daban a la zona occidental. Los intentos de huir saltando al vacío fueron solucionados tapiando las ventanas:



3. El histórico discurso de Kennedy el 26 de Junio de 1963:



En relación al que posiblemente fue el mejor discurso de Kennedy, quien fuera uno de sus más fieles ayudantes, Theodore Sorensen, recogió aquellos históricos momentos de la siguiente manera:

"Hace dos mil años la frase que más enorgullecía a quien la pronunciaba era Civis romanus sum. Hoy, en el mundo libre, ha pasado a ser Icn bin ein berliner (Soy berlinés). Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende, a así lo dice al menos, cual es el gran problema entre el mundo libre y el comunista. !Que vengan a Berlin! Hay quienes sostienen que el comunismo es el futuro.
!Que vengan a Berlin!... Y hay incluso, un puñado que admite que el comunismo es un sistema perverso, pero permite alcanzar el progreso económico. !Que vengan a Berlin!.
La libertad tiene sus dificultades, y la democracia no es perfecta, pero nosotros nunca hemos tenido que erigir una muralla para evitar que la gente se escapara...Esperamos que llegue el día en que esta ciudad sea una, y este país, este gran continente europeo, lo sean también, en un mundo pacífico y esperanzado. Cuando finalmente llegue esa hora, como ha de llegar, los habitantes de Berlin Oeste tendrán la sobria satisfacción de haber estado en primera linea por casi un par de décadas. Todos los hombre libres, dondequiera qie vivan, son ciudadanos de Berlin, y por tanto, como hombre libre, me enorgullezco de la frase: ¡¡¡ Icn bin ein berliner!!!"
(...)
Comenta Sorensen que al sentarse enfrente de él en el avión esa noche, comentó: "No volveremos a vivir otro día como este por mucho que vivamos"

Información extraída del articulo "Berlín, el muro de la infamia". Pablo J. de Iranzabal. La Aventura de la Historia nº34. Agosto de 2001.