Pocos cara a cara en la historia han tenido una repercusión mayor que el que se produce entre el emperador Carlos V, heredero de los reinos hispanos provenientes de los Reyes Católicos y del Sacro Imperio Romano Germánico, y el fraile agustino Martín Lutero, que con sus enseñanzas provocó la más importante fractura de la religión Católica, en la Dieta de Worms en 1521.
Estos son los antecedentes:
A Lutero, su estudio de la Biblia le llevó a concluir que la salvación no provenía de intercesiones de santos, de méritos, ni de indulgencias, sino de la pura bondad de Dios, de su perdón y que lo único que se exige es tener fe.
Debido a la predicación de los dominicos en Alemania de la bula de Roma para ayudar a la construcción de la Basílica de San Pedro, pidiendo dinero a los fieles a cambio de indulgencias, el debate sobre su valor pasa a primer plano en dicho país. Lutero hace publicas en Wittemberg sus 95 tesis cuestionando el poder y la eficacia de dichas indulgencias. La Reforma acaba de iniciarse.
Cierto es que todo podía haberse quedado en una confrontación de escuelas teológicas pero entre las posiciones sin retorno de Lutero y de Roma, y los intereses políticos de los príncipes Alemanes que buscaban más independencia, hicieron que las diferencias cristalizaran en la ruptura de la unidad de la Iglesia Occidental.
Para Carlos V que acababa de comenzar su mandato como emperador de la Cristiandad y que tan solemnemente había jurado el día de su coronación en Aquisgran defender la Iglesia, Lutero se presentaba como el mayor enemigo de la unidad de la Cristiandad, de aquella idea de la Europa cristiana bajo la dirección Imperial. El papa León X, alarmado por las noticias que llegaban a Roma sobre los avances de la herejía luterana en Alemania, presionaba constantemente a Carlos V para que mandara a Lutero directamente a la hoguera de la misma manera que había sucedido un siglo antes con Juan Huss.
Sin embargo Carlos V prefirió reunir la Dieta Imperial en Worms en marzo de 1521 y convocó a Lutero proporcionándole un salvoconducto imperial que preservaba su seguridad. Quería oír personalmente a Lutero antes de condenarle.
Así se llega a tan importante día y así cuenta el encuentro Manuel Fernandez Alvarez en su monumental obra sobre el emperador "Carlos V, el Cesar y el Hombre":
El 17 de Abril de 1521 Lutero tiene su primera confrontación oficial en la Dieta de Worms. Se le pregunta si reconoce como suyos sus escritos y se ratifica en lo que en ellos dice. Lutero impresionado sin duda ante la Corte Imperial y ante todo el aparato de la Dieta y, sobre todo, ante la gravedad del paso que iba a dar, pidió veinticuatro horas para reflexionar(...)
En la siguiente sesión Martín Lutero, recobrado su animo, respondería con firmeza. No solo reconocía como suyos aquellos escritos, sino que los mantenía, mientras que no se le convenciese, Biblia en mano, de sus errores. Pues actuar de otra manera sería ir contra su conciencia. Estamos ante un momento crucial de la historia de Alemania, de la historia de Europa, de la historia del mundo. Bien merece la pena, pues, que oigamos al propio Lutero tal como nos lo conserva la tradición:
Estos son los antecedentes:
A Lutero, su estudio de la Biblia le llevó a concluir que la salvación no provenía de intercesiones de santos, de méritos, ni de indulgencias, sino de la pura bondad de Dios, de su perdón y que lo único que se exige es tener fe.
Debido a la predicación de los dominicos en Alemania de la bula de Roma para ayudar a la construcción de la Basílica de San Pedro, pidiendo dinero a los fieles a cambio de indulgencias, el debate sobre su valor pasa a primer plano en dicho país. Lutero hace publicas en Wittemberg sus 95 tesis cuestionando el poder y la eficacia de dichas indulgencias. La Reforma acaba de iniciarse.
Cierto es que todo podía haberse quedado en una confrontación de escuelas teológicas pero entre las posiciones sin retorno de Lutero y de Roma, y los intereses políticos de los príncipes Alemanes que buscaban más independencia, hicieron que las diferencias cristalizaran en la ruptura de la unidad de la Iglesia Occidental.
Para Carlos V que acababa de comenzar su mandato como emperador de la Cristiandad y que tan solemnemente había jurado el día de su coronación en Aquisgran defender la Iglesia, Lutero se presentaba como el mayor enemigo de la unidad de la Cristiandad, de aquella idea de la Europa cristiana bajo la dirección Imperial. El papa León X, alarmado por las noticias que llegaban a Roma sobre los avances de la herejía luterana en Alemania, presionaba constantemente a Carlos V para que mandara a Lutero directamente a la hoguera de la misma manera que había sucedido un siglo antes con Juan Huss.
Sin embargo Carlos V prefirió reunir la Dieta Imperial en Worms en marzo de 1521 y convocó a Lutero proporcionándole un salvoconducto imperial que preservaba su seguridad. Quería oír personalmente a Lutero antes de condenarle.
Así se llega a tan importante día y así cuenta el encuentro Manuel Fernandez Alvarez en su monumental obra sobre el emperador "Carlos V, el Cesar y el Hombre":
El 17 de Abril de 1521 Lutero tiene su primera confrontación oficial en la Dieta de Worms. Se le pregunta si reconoce como suyos sus escritos y se ratifica en lo que en ellos dice. Lutero impresionado sin duda ante la Corte Imperial y ante todo el aparato de la Dieta y, sobre todo, ante la gravedad del paso que iba a dar, pidió veinticuatro horas para reflexionar(...)
Primera sesión según la película Luther(2003) de Eric Till
En la siguiente sesión Martín Lutero, recobrado su animo, respondería con firmeza. No solo reconocía como suyos aquellos escritos, sino que los mantenía, mientras que no se le convenciese, Biblia en mano, de sus errores. Pues actuar de otra manera sería ir contra su conciencia. Estamos ante un momento crucial de la historia de Alemania, de la historia de Europa, de la historia del mundo. Bien merece la pena, pues, que oigamos al propio Lutero tal como nos lo conserva la tradición:
Mientras yo no sea rebatido a través de las Sagradas Escrituras o con razones evidentes, ni quiero ni puedo retractarme, porque ir contra la conciencia es tan penoso como peligroso. Dios me ayude! Amen.
Segunda sesión según la pelicula Luther(2003) de Eric Till
1 comentario:
Interesantísimo pasaje de la historia, corrió el riesgo Martín Lutero de que la santa inquisicion, lo condenara en la hoguera
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