El interés que ha mostrado el rey Juan Carlos en relación al negocio del petróleo no ha surgido de repente.
Siempre se ha sabido que la relación de amistad especial que tenía con la tiránica monarquía saudí no era simplemente un corporativismo entre monarcas.
Según cuenta Jesús Cacho en su imprescindible libro "El negocio de la libertad", fue el propio Felipe González el que un día, harto de que le hiciera esperar, dejo caer el tema de las comisiones que estaba rapiñando su mano derecha en estos temas, Manuel Prado de Carvajal:
"Felipe podría callar todo lo que sabe, que es mucho, en torno a las finanzas del Monarca y los escandalosos negocios de Manuel Prado de Carvajal, el 'amiguisimo'. Así se puso de manifiesto un día en la antecámara regia, (...) esperando a ser recibido por el Monarca (...) Era una de las cosas que peor llevaba, aquella espera protocolaria, (...) esperar sin necesidad, para marcar el rango y distancias,(...) 'pero si no está haciendo nada, coño, ¿porque me hará esperar?'. Hasta que un día en que la prorroga se hizo particularmente enojosa se destapó, muy enfadado, con un comentario que dejó helada a la persona con la que compartía antesala:
- Y dile a Manolo Prado que se conforme con el 2 por 100, porque eso de cobrar el 20 es una barbaridad!...
Estaba hablando, al parecer, de las comisiones del petróleo importado por España de determinado país árabe. Aquello era mucho dinero ..."
Jesús Cacho. El Negocio de la libertad. 1999. Editorial Foca.Siempre se ha sabido que la relación de amistad especial que tenía con la tiránica monarquía saudí no era simplemente un corporativismo entre monarcas.
Según cuenta Jesús Cacho en su imprescindible libro "El negocio de la libertad", fue el propio Felipe González el que un día, harto de que le hiciera esperar, dejo caer el tema de las comisiones que estaba rapiñando su mano derecha en estos temas, Manuel Prado de Carvajal:
"Felipe podría callar todo lo que sabe, que es mucho, en torno a las finanzas del Monarca y los escandalosos negocios de Manuel Prado de Carvajal, el 'amiguisimo'. Así se puso de manifiesto un día en la antecámara regia, (...) esperando a ser recibido por el Monarca (...) Era una de las cosas que peor llevaba, aquella espera protocolaria, (...) esperar sin necesidad, para marcar el rango y distancias,(...) 'pero si no está haciendo nada, coño, ¿porque me hará esperar?'. Hasta que un día en que la prorroga se hizo particularmente enojosa se destapó, muy enfadado, con un comentario que dejó helada a la persona con la que compartía antesala:
- Y dile a Manolo Prado que se conforme con el 2 por 100, porque eso de cobrar el 20 es una barbaridad!...
Estaba hablando, al parecer, de las comisiones del petróleo importado por España de determinado país árabe. Aquello era mucho dinero ..."