Durante las fiestas de San Fermín del año 1978 se produjo uno de los puntos negros de nuestra siempre alabada Transición. Germán Rodríguez moría de un tiro en la cabeza proveniente de la policía. De manera resumida podemos enunciar los siguientes hechos que serían fundamentales en el trágico final:
1. ETA asesina al comandante Joaquín Imaz, que estaba al mando de la Policía Armada, el 27 de noviembre de 1977 junto a la plaza de toros de Pamplona. Para sustituirlo llegó el comandante Fernando Ávila, procedente de la Legión española, tras solicitarlo de forma voluntaria.
2. En un contexto de continuos atentados de ETA y protestas violentas por parte de grupos de extrema derecha, el día 10 de Mayo de 1978 ,algunos ultras trataron sin éxito de asaltar la sede de LKI, en el número 31 de la calle Zapatería. Los enfrentamientos con jóvenes de la órbita abertzale no se hicieron esperar. En la refriega, Juan Antonio Eseverri Chávarri, de 54 años, guardia civil de profesión que vestía de paisano, recibió cuatro cuchilladas que lo dejaron al borde la muerte en la calle Chapitela. La policía detuvo a 52 personas que pasaron la noche en comisaría. Días después 5 personas son procesadas. Juan Antonio Eseverri muere siete días despues de la agresión.
3. Familiares y amigos de los arrestados visitaron al gobernador civil ,Ignacio Llano Cifuentes, y al presidente de la Audiencia Territorial de Pamplona para pedirles que agilizasen la instrucción del caso. El 25 de junio, sábado, representantes de las peñas se encerraron en el ayuntamiento para denunciar la situación de los detenidos. La clausura concluyó el domingo 26. El comunicado que distribuyeron durante el encierro terminaba de forma muy explícita: "Si estamos aquí encerrados es para exigir la libertad inmediata de todos los presos, y así, entre todos, lograr el ambiente más propicio de cara a las próximas fiestas de San Fermín".
El 3 de julio, familiares y amigos de los presos tomaron el relevo y se recluyeron en la segunda planta de la casa consistorial. Algunos concejales hicieron gestiones para que saliesen, pero fue en vano. Y así llegó el día 6. Una pancarta con la leyenda "Para San Fermín todos en casa" cruzaba la fachada municipal durante el chupinazo.
El relato detallado de los hechos puede ser consultado en el siguiente artículo de la Wikipedia del que extraemos los siguientes fragmentos:
“Se iniciaron tras la irrupción de la Policía Armada en la plaza de toros de Pamplona, donde había 20.000 personas. La intervención había sido precedida porque en la bajada tradicional de las peñas al ruedo, al finalizar la corrida hacia las 20:45 horas, un grupo de personas portaba una pancarta a favor de la amnistía, produciéndose protestas desde otro sector, llevando a enfrentamientos verbales y alguno físico. La entrada de unos cuarenta agentes de la policía, conocidos entonces como "grises" por su indumentaria, con material antidisturbios con el comisario de la Policía de Pamplona Miguel Rubio.
Se utilizó indiscriminadamente abundante material antidisturbios, con disparos de pelotas de goma y botes de gases lacrimógenos contra los jóvenes que estaban en la arena así como contra los que estaban en las gradas. Parte del público salió por el patio de caballos y otros se refugiaron en los pasillos del interior, mientras que otro sector tiraba objetos a los miembros policiales. Estos respondieron con fuego real que produjo siete heridos de bala, del total de 55 heridos que fueron atendidos en la enfermería de la plaza.
Unos quince minutos después de iniciarse los incidentes, hacia las 21.00 horas, otro grupo de unos 40 agentes entró por el patio de caballos que, utilizando también sus armas de fuego, llegó al interior de la plaza.
……
Los altercados se extendieron rápidamente por toda la ciudad convirtiéndose en un auténtico campo de batalla urbano. Llegando las barricadas a las cercanías del Gobierno Civil. El Gobernador Civil Ignacio Llano convocó a los representantes sindicales, políticos y a representantes de las peñas para intentar apaciguar la situación, sin lograrlo. La policía siguió utilizando sus armas de fuego en forma de ráfagas de metralleta y en la calle Roncesvalles, hacia las 22:15, resultó muerto Germán Rodríguez de un tiro en la cabeza, en la frente. Tres jóvenes que vieron cómo caía lo trasladaron al hospital junto a otro herido de bala, aunque allí no pudieron hacer nada por salvar su vida. En este lugar se encontraron 35 impactos de bala.
Posteriormente se contabilizaron más de 150 heridos, de ellos once con heridas de bala. Según Rodolfo Martín Villa, ministro del Interior en aquel momento, solo en seis horas y en la zona del centro de Pamplona se hicieron 7.000 disparos de material antidisturbios y 130 disparos de bala”
Del magnífico documental Sanfermines 78 de Juan Gautier y José Ángel Jiménez realizado en 2005 extraemos dos fragmentos cuanto menos impactantes.
1. El por entonces Ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, expone su teoría sobre la diferencia entre malos y buenos: “lo nuestro seran errores lo otro crímenes”.
A mí se me ocurre otra diferencia. La bala que mató a Germán Rodríguez fue financiada con los impuestos que pagamos todos los españoles y de los que ha estado cobrando Martín Villa desde que tenía 28 años. No parece que le cargue de razón compararse con una banda terrorista cuando él representa al Estado de Derecho.
2. El comandante Fernando Ávila (el mismo que pidió el destino desde la Legión cuando ETA mató al último guardia civil que ocupo su puesto) dando órdenes a la policía involucrada en la refriega: “no os importe matar”
No se celebró ningún juicio. Ningún policía fue sancionado. Franco había muerto tres años antes.
1. ETA asesina al comandante Joaquín Imaz, que estaba al mando de la Policía Armada, el 27 de noviembre de 1977 junto a la plaza de toros de Pamplona. Para sustituirlo llegó el comandante Fernando Ávila, procedente de la Legión española, tras solicitarlo de forma voluntaria.
2. En un contexto de continuos atentados de ETA y protestas violentas por parte de grupos de extrema derecha, el día 10 de Mayo de 1978 ,algunos ultras trataron sin éxito de asaltar la sede de LKI, en el número 31 de la calle Zapatería. Los enfrentamientos con jóvenes de la órbita abertzale no se hicieron esperar. En la refriega, Juan Antonio Eseverri Chávarri, de 54 años, guardia civil de profesión que vestía de paisano, recibió cuatro cuchilladas que lo dejaron al borde la muerte en la calle Chapitela. La policía detuvo a 52 personas que pasaron la noche en comisaría. Días después 5 personas son procesadas. Juan Antonio Eseverri muere siete días despues de la agresión.
3. Familiares y amigos de los arrestados visitaron al gobernador civil ,Ignacio Llano Cifuentes, y al presidente de la Audiencia Territorial de Pamplona para pedirles que agilizasen la instrucción del caso. El 25 de junio, sábado, representantes de las peñas se encerraron en el ayuntamiento para denunciar la situación de los detenidos. La clausura concluyó el domingo 26. El comunicado que distribuyeron durante el encierro terminaba de forma muy explícita: "Si estamos aquí encerrados es para exigir la libertad inmediata de todos los presos, y así, entre todos, lograr el ambiente más propicio de cara a las próximas fiestas de San Fermín".
El 3 de julio, familiares y amigos de los presos tomaron el relevo y se recluyeron en la segunda planta de la casa consistorial. Algunos concejales hicieron gestiones para que saliesen, pero fue en vano. Y así llegó el día 6. Una pancarta con la leyenda "Para San Fermín todos en casa" cruzaba la fachada municipal durante el chupinazo.
El relato detallado de los hechos puede ser consultado en el siguiente artículo de la Wikipedia del que extraemos los siguientes fragmentos:
“Se iniciaron tras la irrupción de la Policía Armada en la plaza de toros de Pamplona, donde había 20.000 personas. La intervención había sido precedida porque en la bajada tradicional de las peñas al ruedo, al finalizar la corrida hacia las 20:45 horas, un grupo de personas portaba una pancarta a favor de la amnistía, produciéndose protestas desde otro sector, llevando a enfrentamientos verbales y alguno físico. La entrada de unos cuarenta agentes de la policía, conocidos entonces como "grises" por su indumentaria, con material antidisturbios con el comisario de la Policía de Pamplona Miguel Rubio.
Se utilizó indiscriminadamente abundante material antidisturbios, con disparos de pelotas de goma y botes de gases lacrimógenos contra los jóvenes que estaban en la arena así como contra los que estaban en las gradas. Parte del público salió por el patio de caballos y otros se refugiaron en los pasillos del interior, mientras que otro sector tiraba objetos a los miembros policiales. Estos respondieron con fuego real que produjo siete heridos de bala, del total de 55 heridos que fueron atendidos en la enfermería de la plaza.
Unos quince minutos después de iniciarse los incidentes, hacia las 21.00 horas, otro grupo de unos 40 agentes entró por el patio de caballos que, utilizando también sus armas de fuego, llegó al interior de la plaza.
……
Los altercados se extendieron rápidamente por toda la ciudad convirtiéndose en un auténtico campo de batalla urbano. Llegando las barricadas a las cercanías del Gobierno Civil. El Gobernador Civil Ignacio Llano convocó a los representantes sindicales, políticos y a representantes de las peñas para intentar apaciguar la situación, sin lograrlo. La policía siguió utilizando sus armas de fuego en forma de ráfagas de metralleta y en la calle Roncesvalles, hacia las 22:15, resultó muerto Germán Rodríguez de un tiro en la cabeza, en la frente. Tres jóvenes que vieron cómo caía lo trasladaron al hospital junto a otro herido de bala, aunque allí no pudieron hacer nada por salvar su vida. En este lugar se encontraron 35 impactos de bala.
Posteriormente se contabilizaron más de 150 heridos, de ellos once con heridas de bala. Según Rodolfo Martín Villa, ministro del Interior en aquel momento, solo en seis horas y en la zona del centro de Pamplona se hicieron 7.000 disparos de material antidisturbios y 130 disparos de bala”
Del magnífico documental Sanfermines 78 de Juan Gautier y José Ángel Jiménez realizado en 2005 extraemos dos fragmentos cuanto menos impactantes.
1. El por entonces Ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, expone su teoría sobre la diferencia entre malos y buenos: “lo nuestro seran errores lo otro crímenes”.
A mí se me ocurre otra diferencia. La bala que mató a Germán Rodríguez fue financiada con los impuestos que pagamos todos los españoles y de los que ha estado cobrando Martín Villa desde que tenía 28 años. No parece que le cargue de razón compararse con una banda terrorista cuando él representa al Estado de Derecho.
2. El comandante Fernando Ávila (el mismo que pidió el destino desde la Legión cuando ETA mató al último guardia civil que ocupo su puesto) dando órdenes a la policía involucrada en la refriega: “no os importe matar”
No se celebró ningún juicio. Ningún policía fue sancionado. Franco había muerto tres años antes.
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