Siguiendo el hilo de la anterior entrada del blog, existe otra anécdota de un Presidente del Gobierno manteniendo la autoridad de su puesto ante uno de los “poderes fácticos” mas representativos en la historia de España.
Si Adolfo Suarez mantiene la dignidad del Presidente ante un representante del poder de la banca, su sucesor en el puesto, Leopoldo Calvo-Sotelo, replica con muy buen tino a un general del ejército.
Lo contó su jefe de gabinete durante la presidencia, Eugenio Galdón, en un artículo a raíz de su muerte:
"«¡Sonríe, Leopoldo, que viene la tele!» Esta frase, pronunciada en tono cuartelero por un general de aficiones golpistas, era un buen compendio de la actitud de una parte de la milicia en aquellos tensos y primeros días de marzo de 1981. El presidente Calvo-Sotelo había reunido con toda solemnidad a la cúpula militar en la Sala del Consejo de Ministros del Palacio de la Moncloa para tratar sobre el intento de golpe y su enjuiciamiento, y aquel general le menospreciaba con una broma zafia, como haría en un cuarto de banderas. El presidente no tuvo que levantar mucho la voz para hacerse oír: «General; que yo sonría, como que usted sepa comportarse, son ambos imposibles metafísicos». La cara del militar varias veces laureado era un poema. Aunque no está claro que entendiera la expresión, comprendió inmediatamente que Calvo-Sotelo no estaba dispuesto a aceptar ni una muesca en la dignidad de un presidente constitucional de España."
El presidente que yo conocí. Eugenio Galdón. El Mundo 5 de Mayo de 2008.
No puedo resistirme a incluir, en relación con el tema, un extracto de la magnifica serie "El Ala Oeste de la Casa Blanca" en la que el presidente Bartlet mantiene a raya de manera magistral a una fundamentalista religiosa que no guarda el debido respeto a la figura que él representa:
Si Adolfo Suarez mantiene la dignidad del Presidente ante un representante del poder de la banca, su sucesor en el puesto, Leopoldo Calvo-Sotelo, replica con muy buen tino a un general del ejército.
Lo contó su jefe de gabinete durante la presidencia, Eugenio Galdón, en un artículo a raíz de su muerte:
"«¡Sonríe, Leopoldo, que viene la tele!» Esta frase, pronunciada en tono cuartelero por un general de aficiones golpistas, era un buen compendio de la actitud de una parte de la milicia en aquellos tensos y primeros días de marzo de 1981. El presidente Calvo-Sotelo había reunido con toda solemnidad a la cúpula militar en la Sala del Consejo de Ministros del Palacio de la Moncloa para tratar sobre el intento de golpe y su enjuiciamiento, y aquel general le menospreciaba con una broma zafia, como haría en un cuarto de banderas. El presidente no tuvo que levantar mucho la voz para hacerse oír: «General; que yo sonría, como que usted sepa comportarse, son ambos imposibles metafísicos». La cara del militar varias veces laureado era un poema. Aunque no está claro que entendiera la expresión, comprendió inmediatamente que Calvo-Sotelo no estaba dispuesto a aceptar ni una muesca en la dignidad de un presidente constitucional de España."
El presidente que yo conocí. Eugenio Galdón. El Mundo 5 de Mayo de 2008.
No puedo resistirme a incluir, en relación con el tema, un extracto de la magnifica serie "El Ala Oeste de la Casa Blanca" en la que el presidente Bartlet mantiene a raya de manera magistral a una fundamentalista religiosa que no guarda el debido respeto a la figura que él representa:
Y aquí la version original en inglés.